Aquí dejo una muestra de una de mis experiencias/impresiones diarias para empezar este blog de la mejor manera.
Hay cerca de mi casa, subiendo hacia la sierra, un algarrobo enorme, impresionante. Es muy viejo, está en medio del campo y tiene el tronco hueco (ya no hay tronco, en realidad está como dividido en varios trozos... le pasa a los especímenes de mucha edad de Ceratonia siliqua o más comúnmente conocidos como algarrobo).
Lo que fue el tronco es ahora una especie de habitáculo cuyos muros son el propio tronco del algarrobo. En su centro hay una especie de asiento natural; es el propio tronco. Este árbol es viejo, muy viejo, y sabio, muy sabio, y siempre que he pasado por allí me ha parecido escuchar su invitación a sentarme dentro suyo.
Un día, hace unos meses, lo hice. Me senté dentro, en esa especie de asiento natural, hecho de su propio tronco, rodeada por paredes, las paredes del también propio tronco. Cerré los ojos y dejé la mente en calma, sin más pretensión que la de sentir la energía del árbol.... y pasados unos minutos sucedió. El árbol me dijo "quercus ..".
Ahí abrí los ojos, estupefacta. El hecho de poder escuchar a animales y otr@s no significa que cada vez que sucede algo así no me maraville. "Quercus" no había sido un pensamiento que viniera de mí, era el árbol quien me lo había dicho, con toda seguridad. Pero, ¿qué era "quercus"? ..
En primer lugar lo identifiqué como nombre de árbol, pensé que el árbol me hablaba de su propia especie y me pareció increíble que supiera cómo lo llamábamos. No sé, extrañeza producto de mi aturdimiento momentáneo. Acto seguido lo uní mentalmente a "ilex" y fui directa a Google para descubrir que el "quercus .." a secas es el roble y que "quercus ilex" es la encina. Curiosamente hay un roble a escasos metros de distancia de este descomunal algarrobo, y una enorme encina detrás. Y aunque estos árboles cercanos son bastante robustos, estoy segura de que el algarrobo los sobrepasa al menos en 100 años... Así que pensé que quizás quería decirme algo sobre este roble cercano, sin más. Y hoy ha llegado la 2a parte.
Paseaba esta mañana a mi perro serralada arriba, calma mañanera inusual. Hemos llegado tras un paseo al Ceratonia siliqua (el precioso algarrobo) y sin pensarlo mucho he vuelto a sentarme dentro suya, dentro de ese magnífico tronco, impresionante, porque de viejo parece piedra, piedra entre negra y gris. Y emociona casi hasta las lágrimas ver cómo de esa piedra surgen tal cantidad de brotes, brotes rojos de lo jóvenes, fuertes y flexibles que son, rojos de apego a la tierra y de llenos de energía, y llenos de hojitas de algarrobo pequeñitas... brotes fuertes y delicados al mismo tiempo, que parecen nacer de la pura roca gris negruzca.
Me he sentado, pues, dentro del árbol, he cerrado los ojos y he dejado la mente en calma... El árbol me ha mostrado cuando todo era campo a su alrededor (ahora forma parte de un gran parque en el centro de una zona residencial, integrada en la naturaleza, en la montaña, es un parque natural protegido).
Hubo, entre las grandes ramas del árbol, un joven que besó a una joven apoyado en una de sus ramas, que la besó de amor verdadero, y también me enseñó a otros que disparaban a una persona delante suya y la mataban, era la guerra. Me ha hablado de la belleza y del sol y de la muerte, del dolor y del amor, con sólo 2 escenas, y luego me ha preguntado: <<y tú, ¿por qué trabajas con los registros akáshicos? ¿crees que es algo que es "mejor" por escapar de este planeta?>>
He sentido cierta incomodidad. Pero luego he sentido que la Verdad debe imperar, al menos en la medida en la que yo sea capaz de entenderla, aprehenderla, respetarla, y le he respondido: <<es mi forma de hacer avanzar las cosas, conectar a las personas con ellas mismas desde el Amor. Las personas están encerradas en su visión de la realidad, y ellas son las más importantes, aún sin querer serlo, pero para ellas mismas lo son, y lo son desde el ego y sus bloqueos. La única forma de romper esa barrera es el Amor. Ayudarlas a conectar con el Amor Divino de los registros akáshicos las hace despertarse, y eso, después, las hace conectar a unas con otras, darse cuenta de que son lo mismo. Pero este Amor, Luz y Verdad Divinas conforman el plano akáshico, no el material... Desde luego este Amor, Luz y Verdad divinas también están en la Tierra, pero a través de nuestras almas o a través del alma de la Naturaleza... porque también hay en la Tierra muchas otras cosas: energías, deseos, entidades .... que no existen en el plano Akáshico. Y mi misión es conectarlas, conectar a las personas con estos valores absolutos de Amor, Luz y Verdad divinas. Por Amor a la Tierra, por Amor a tí árbol, por Amor a mi familia y por Amor y responsabilidad hacia tod@s>> .
Y entonces el magnífico algarrobo me ha comentado, benévolamente y como con un consejo: "Nada es lo que parece. Los refranes, por ejemplo, esconden divina sabiduría, pero no pueden ser aplicados a todas las situaciones, ni a todos los contextos. Si los generalizas, los destruyes. Son sólo aplicables desde la honradez de corazón. Lo mismo sucede con los dichos. ¿Por qué se dice fuerte como roble, cuando debiera ser fuerte como algarrobo? .. Nada es lo que parece..."
Lo he recibido como palabras que acunan y entienden. Lo he querido entender y lo he hecho desde la grandeza que nos da el corazón. Sé que muchas cosas no son lo que parecen, por no decir la gran mayoría, aunque también sé que se me escapa mucho. Por otra parte, he tenido la certeza de que tenía que escribir todo esto.
Y lo escribo todo desde el respeto, la humildad y la honradez. Desde el respeto que me permite aceptar lo desconocido, desde la humildad que me permite darle un lugar a lo que no entiendo, desde la honradez que me da permiso a ser la voz del árbol y transcribir aquí mi/nuestra experiencia.
Gracias a tod@s l@s que me habéis leído.
Gracias a la Vida, a nuestras vidas, al Amor y a la inmensa oportunidad que significa vivir.
Gracias.
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